No se pudo conseguir la victoria final, pero la temporada 2017 del joven piloto malagueño Fran Rueda ha cumplido sobradamente sus objetivos iniciales cuando acudía a la primera prueba en el circuito portugués de Estoril. Un puesto que habría firmado sin duda a principios de temporada pero que se ha quedado corto en vista de los acontecimientos.

De hecho, esta primera prueba marcaría el devenir del campeonato para el potente equipo oficial de BMW representado por la escudería española Teo Martín Motorsport. Una pretemporada corta y unos coches faltos de evoluciones daban como resultado un escueto bagaje de puntos en esta primera carrera, lo que condicionaría el resto de la temporada.

Pero ese mal resultado solo consiguió un revulsivo para la marca, el equipo y los pilotos, que a partir de esa carrera comenzaron una constante subida en la clasificación general del campeonato, llegando con posibilidades hasta la última vuelta de la última carrera junto a su compañero de equipo, el sueco Victor Bouveng. Quizá el final más apretado en casi 20 años de campeonato. Pero eso es ya historia.

Giovanni Venturini, con el Lamborghini Huracán oficial, ha sido el vencedor final, pero hasta la penúltima vuelta de la última carrera ha tenido que sufrir para conseguirlo.

Atrás quedan para Fran Rueda las dos poles conseguidas en el circuito de Hungaroring (Hungría) y Silverstone (Gran Bretaña), los segundos puestos en mangas de Spa (Bélgica), Silverstone (Gran Bretaña) y Monza (Italia) y las victorias en Paul Ricard (Francia) y Hungaroring (Hungría), que han servido para que muchos ojeadores de equipos pongan su atención en el joven Rueda, de solo 20 años, y con un potencial enorme en los campeonatos más importantes de automovilismo.

Ahora queda disfrutar del trabajo realizado y de tomar las decisiones correctas para los próximos proyectos de la temporada 2018, que no es poco.